La obra pertenece a la Trilogía de Valle-Inclán, Martes de Carnaval, y a un género que el propio autor tituló Esperpento. Consiste en buscar el lado cómico en lo trágico de la vida misma. Lo que sería una escena dolorosa, acaso brutal, para el espectador una sencilla farsa grotesca.

     SINOPSIS

   El teniente Astete -don Friolera-, recibe un anónimo avisándole de que su mujer le engaña. Vuelto loco por los celos de su frívola mujer, doña Loreta, tentada por un chulapo de medias tintas y vecino, el barbero Pachequín, e instigado por un malintencionado vecindario, trama tomar venganza. La hija de ambos, Manolita, entra en escena justo cuando el supuesto "cornudo" va a matar a los inocentes amantes, amansando las iras de su padre. Sin embargo la presión de sus colegas militares le ofusca en lo más hondo de su orgullo, y recurriendo a un ancestral código del honor, y pistola en mano, se conmina a cometer el crimen, al grito de... "¡En el cuerpo de carabineros no hay maridos cabrones!"
PUESTA EN ESCENA

La acción se ubica en los años 30 de la España de Valle- Inclán. Una compañía de cómicos de barraca de feria dan la bienvenida al respetable, al que van a ofrecer una representación de Los Cuernos de Don Friolera. La compañía, haciendo honor al espíritu estético del propio Valle, hace gala de recursos de los cómicos de principios de siglo, y se presentan al estilo de muñecos de feria, como fantoches esperpénticos, utilizando fuertes caracterizaciones, mascaradas, juegos de impostación y travestismo de personajes. Así la estética combina el estilo carnavalesco de los teatros de variedades, pero situándola en un entorno de pintura contemporánea, que hace contrastar su modernidad. El decorado cuenta con gasas en técnica de pintura collage que permiten diferentes juegos de transparencias, inspiradas en los cuadros del pintor del expresionismo abstracto, Robert Motherwell.







T R A I L E R


F O T O G R A F Í A S